Ventilación interior
En casas altamente aisladas se tiene que airar de manera puntual para que los ambientes no sufran de daños debidos a humedad y moho. Los expertos aconsejan que se cambie el aire cada dos horas. De esta manera el acto de airar es ligado a un grande gasto de tiempo. Además especialmente en las zonas en ciudad hay mucho polvo, alboroto y gases que entran por la ventana al cambiar el aire en los ambientes. Más confortable y eficiente es la aeración enfocada con la técnica de recuperación térmica, esta cambia el aire de madera automática y continúa en toda la casa.
Funcionamiento de la ventilación interior
El aire fresco es succionado, desde afuera, por un elemento de succión de acero inoxidable. En el aparato central se transfiere el contenido de energía del aire caliente de salida al aire fresco exterior, por medio del intercambiador térmico de corriente inversa. Este es desviado al salón y a los dormitorios, así como a la cocina. El aire caliente usado se succiona a través de un sistema de conductos en la cocina, el baño y el aseo, y se añade al intercambiador térmico de corriente inversa. Allí se le extrae al aire de salida más de un 80 % del calor y el aire usado se expulsa al exterior.
Sus ventajas
Los alérgicos pueden respirar hondo: polen, polvo, y materiales dañinos no entran en la casa por medio de filtros al entrar el aire.
Las personas alérgicas pueden respirar
Gracias a la técnica de recuperación térmica se puede ahorrar la energía de calefacción.
Ahorro de costes energéticos
Sistema de calefacción por aire fresco Schwörer
El complemento ideal a la técnica de recuperación térmica (WGT) es la calefacción por aire fresco Schwörer. En lugar de instalar un segundo sistema térmico, se utiliza, con efecto sinérgico, la red de conductos del sistema de recuperación térmica y ventilación controlada, y se amplía a una calefacción por aire fresco a través de una bomba térmica aire/aire, conectada posteriormente, y elementos calefactores directos cerámicos.